El vaso en sí mismo no se cumple

2018

1.0 x 1.0 x 2.4 m

Barro de Tlayacapan ahumado y sal

Variación: Lámina negra y sal

Un reloj de sal que no funciona. La sal va cayendo del embudo de barro durante el transcurso de la exposición.

La idea de esta pieza parte de la clepsidra. El montículo resultante en el suelo es espejo del cono superior pero sin contención, a diferencia de un reloj de arena no se puede girar para volver a tomar la medida de tiempo.

Según la tradición judeocristiana el hombre está hecho de barro. En esta pieza el cuerpo de barro es continente del tiempo de vida. El espectador se ve confrontado con el paso del tiempo, sin saber cuánta sal queda por caer, o tiempo por vivir.

Sobre la serie El vaso y el agua:

A partir de las ideas y sensaciones con las que me vi confrontada tras la muerte de mi hermano Alejandro Cheirif (1983-2017), y revisitando el poema Muerte sin fin de José Gorostiza, realizo una exploración de distintos materiales, ideas y símbolos, inspiradas en el poema y distintas tradiciones espirituales. Así, genero una conceptualización personal de la vida y la existencia humanas, permeadas de mi experiencia de contacto con la muerte y la ausencia.

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