La pieza consiste en una estructura geométrica de aros y arcos conocida como flor de loto. La naturaleza de esta estructura móvil es la de generar múltiples posibilidades de crear formas, manifestando así la naturaleza de cambio y transformación del todo.

En este caso la estructura se activa con cuatro personas, que en primera instancia establecen una relación entre el cuerpo, la materia y el espacio y que posteriormente son requeridos a extender su atención al cuerpo del otro y sus movimientos. Nadie existe por sí mismo, todos inter-existimos.

Sobre la serie El vaso y el agua:

A partir de las ideas y sensaciones con las que me vi confrontada tras la muerte de mi hermano Alejandro Cheirif (1983-2017), y revisitando el poema Muerte sin fin de José Gorostiza, realizo una exploración de distintos materiales, ideas y símbolos, inspiradas en el poema y distintas tradiciones espirituales. Así, genero una conceptualización personal de la vida y la existencia humanas, permeadas de mi experiencia de contacto con la muerte y la ausencia.